lunes, 10 de septiembre de 2012

Actitud positiva


¡Ánimo!, ¡Piensa positivamente! ¡No seas negativo!

Probablemente sean frases que escuchamos muy a menudo, ¿pero en realidad es tan sencillo ser positivo y ver las cosas positivamente?

Pudiera parecer difícil, pues diariamente lidiamos con cosas negativas, de hecho podríamos afirmar que vivimos en un mundo en el que la mayoría de las cosas parecen ser poco positivas, pero esta visión pudiera afectar nuestra actitud y podría afectarnos en nuestra manera de sobrellevar los problemas a los que nos enfrentamos diariamente, de tipo laboral y personal.

Encontré algunos consejos que pudieran ayudarnos a mejorar esta cualidad. Cabe recalcar que la actitud positiva depende totalmente de nosotros mismos y de nuestros pensamientos. Si nosotros podemos controlar esto nos será sencillo tomar una actitud positiva  :D


1.    Aprende a ver el lado positivo de las cosas

Debes aprender que en la vida no todos los momentos son buenos, hay algunos peores que otros e incluso algunos son indeseables. La clave esta en aceptar los hechos que son irremediables sin ningún tipo de frustración o enojo desmedido.


2.    Evita las comparaciones

Para cultivar una actitud positiva nada mejor que ser uno mismo. Tanto las comparaciones como las idealizaciones de cómo deberías ser tú y de cómo deberían ser las cosas, son muy perjudiciales para tu salud mental y tu autoestima.

La frustración y la envidia que se genera al ver en otros lo que uno quiere ser son pensamientos altamente negativos que debes aprender a controlar para evitar sentirte deprimido.

Lo mejor es aceptarte tal cual eres y tratar de cambiar aquellas cosas que te molestan de ti mismo, pero dejando de lado las comparaciones, pues cada persona es única.

3.   Vive el presente

Si piensas continuamente en lo que debes o puedes hacer en el futuro te pierdes de vivir el presente. Además este tipo de pensamientos alimentan la ansiedad y las preocupaciones y no te permiten disfrutar de los pequeños momentos que te da la vida.
 
Para dejar de divagar y angustiarte por lo que todavía no sucedió, nada mejor que centrar todos tus sentidos en el aquí y ahora, sin dejar de lado los sueños y los proyectos.

4.   Olvídate de los detalles

 
La obsesión por la perfección sólo puede conducirte a la desilusión. Pues no todo es tan perfecto como siempre pretendes que sea, la vida está llena de pequeños detalles que la hacen encantadora y única.

 
Si deseas que todo esté de acuerdo a tu esquema de valores te pasarás todo el tiempo tratando de acomodar esos detalles para que se vean perfectos, pero le quitará el sabor de disfrutar las cosas tal cual se presentan. Busca un equilibrio y deja de lado el exceso de perfeccionismo, te sentirás mejor.

5.   Cuida tu imagen

Verse bien es una manera de sentirse bien. El cuidado personal te hará sentir más renovado y te ayudará a romper el círculo cerrado del pesimismo. Intenta cambiar de imagen regularmente y no dudes en arreglarte cada vez que sales de tu casa. Asimismo evita el encierro, esto te obligará a modificar tu aspecto.

6.   Presta atención a los demás

Creerte el centro del universo sólo alimentará las obsesiones que tienen por ti mismo. Poco a poco, comienza a centrarte en los demás y recuerda que ayudar al prójimo puede ayudarte a sentirte mejor y más positivo. Los problemas de los otros pueden hacerte tomar conciencia de que no todo lo que te pasa es tan grave.

7.     Duerme plácidamente

Acostúmbrate a mejorar tu calidad de sueño. Dormir bien es una excelente manera de mejorar tu estado de ánimo durante el día. Recuerda que un mal descanso incide directamente en tu humor, te hace sentir cansado e irritable, y sobre todo no te ayuda a cambiar la actitud.

 

 
Información recuperada de:

 


 

 

lunes, 3 de septiembre de 2012

¡Actúa!


Por Karla Alvarez

Excelente inicio de semana compañeros. Para arrancar bien les comparto una síntesis de este artículo que me parece interesante, habla acerca de tomar responsabilidad de las cosas y de nuestras acciones.

Es frecuente que acostumbremos ser pasivos cuando tenemos un reto o problema, que esperemos a que los demás actúen y nos ofrezcan ayuda, por ejemplo si hubo una discusión con un compañero o debemos mejorar nuestra productividad. También sucede cuando actuamos con indiferencia al ver que algo necesita ser solucionado a nuestro alrededor pero esperamos que alguien más se responsabilice (correos, tareas, incluso asuntos de las instalaciones de oficinas). Sin embargo generalmente la ayuda no llega, porque los demás también son indiferentes y es cuando entendemos que es nuestra obligación y responsabilidad.

El autor del artículo propone 3 puntos para actuar. (1) Reconocer la diferencia entre falla y responsabilidad,  evitar buscar culpables y tomar responsabilidad para solucionar las cosas, esto nos dará un sentido de paz y visión.  (2) Además el tomar responsabilidad nos liberará para mejorar los resultados, en el mundo laboral el éxito y la productividad son logrados por personas proactivas que solucionan los problemas, son responsables y autónomas. (3) Al adueñarte de un problema y tomar acción al respecto además de solucionarlo ayudarás a otros y a todo tu entorno.

En este mundo tan cambiante e innovador, donde los problemas se vuelven cada vez más complejos la solución fluirá de aquellos que actúan sin esperar ayuda. Vivir con responsabilidad nos puede convertir en personas fuertes, individuos orientados a la acción. Depende de ti realizar el cambio y tomar responsabilidad del resultado de tu vida profesional.

Los invito a leer el artículo completo. Harvard Business Review, publicado por John Coleman:

Saludos J Karla

lunes, 27 de agosto de 2012

El lunes empiezo


Es un dicho muy común cuando nos planteamos una meta que parece difícil; no sólo la escuchamos muy seguido, si no que probablemente la hemos llegado a decir, inclusive con mucho entusiasmo… pero ¿qué hay detrás de esa frase?

Dejar todo para después es algo que aparece ante el miedo o la frustración con respecto a cualquier tarea. A pesar de que suena muy inocente, realmente puede llegar a ser un gran obstáculo para lo que queremos alcanzar, porque probablemente aquel famoso lunes, nunca llegue.

De esta manera, va pasando el tiempo, y los proyectos no se terminan, o nunca se empiezan, y así la persona va perdiendo credibilidad ante sí mismo y ante los demás. Aparece la frustración, baja autoestima, culpa y en muchos casos el estrés, al querer resolver todo lo que se dejó en stand by, en poco tiempo. Así pocas veces los resultados son completamente satisfactorios, si no es que completamente fallidos.

Para quien deja todo para después, es realmente difícil disfrutar íntegramente porque, o solo se preocupa por la satisfacción momentánea sin poder alcanzar ningún sueño, o simplemente está viviendo preocupado por lo que tiene que hacer y no hace.

¡Ojo! Esto también puede aparecer ante una situación que nos disgusta o que no estamos de acuerdo en hacerlo, y que probablemente por inercia o por el que dirán creemos que debemos llevarlo a cabo.

Entonces ¿qué hay que hacer? Es importante conocerse, saber qué es lo que realmente quiero hacer, y desechar lo que no cumple mis expectativas; y si estoy seguro en algo que quiero alcanzar, cuidado con el “auto-boicot” y empieza hoy mismo.

No dejemos las cosas para después.


lunes, 13 de agosto de 2012


¿Cuál es tu naturaleza?


Quisiera compartir con ustedes esta pequeña historia.

Una vez vi que un escorpión se estaba ahogando y decidí sacarlo del agua, pero cuando lo hice, el escorpión me picó.
Por la reacción de dolor se me cayó el animal al agua y estaba ahogándose.
Intenté sacarlo otra vez y otra vez el animal me picó.
Alguien que estaba viéndome se acercó y me dijo: "Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que trata de sacar al escorpión del agua lo va a picar?
Le respondí: "La naturaleza del escorpión es picar, la mía es ayudar y su naturaleza no va a cambiar la mía".

Así que con la ayuda de una hoja, lo tomé del agua y le salvé la vida al escorpión, y continué: "No cambies tu naturaleza si alguien te hace algo malo, solo aprende.
Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación. Porque tu conciencia es lo que eres y tu reputación es lo que otros piensan de ti. Y lo que otros piensan de ti es problema de ellos”.

lunes, 30 de julio de 2012

Las emociones en el trabajo

Por: Nidia López
¿Cómo influyen las emociones en el trabajo?

Las tensiones de la vida moderna, la hipercompetencia en el terreno individual y empresarial, la presión del reloj, la exigencia de un constante perfeccionamiento profesional, etc., son situaciones que tienden a alterar el estado emocional de la mayoría de las personas consideradas normales, llevándolas al borde de sus propios límites físicos y psíquicos. El resultado, a menudo, es el desequilibrio emocional.

Este desequilibrio no solo afecta la vida más íntima de una persona, sino que afecta su trabajo y su desarrollo profesional, porque las emociones desempeñan un papel importante en el ámbito laboral. De la ira al entusiasmo, de la frustración a la satisfacción, cada día nos enfrentamos a emociones -propias y ajenas. La clave está en utilizar las emociones de forma inteligente, para que trabajen en beneficio propio, de modo que nos ayuden a controlar nuestra conducta y nuestros pensamientos en pos de mejores resultados.


Por otro lado, cada uno de nosotros influye en el estado de ánimo de los demás. Es perfectamente natural influir en el estado emocional de otra persona, para bien o para mal; lo hacemos constantemente, ‘contagiándonos’ las emociones como si fueran el más poderoso virus social.

Las organizaciones son ‘redes de participación’. Para lograr un desempeño efectivo en los trabajadores del conocimiento (de cualquier trabajador, en realidad), la clave está en inyectar entusiasmo y compromiso, dos cualidades que las organizaciones o empresas pueden crear, pero no imponer.

Hoy no basta con un alto coeficiente intelectual para triunfar profesionalmente, para competir o para desarrollar una empresa; se requiere un control emocional adecuado que nos permita tener una interacción armónica en nuestro ambiente laboral: socios, colegas, empleados, proveedores, clientes, etc.



¿Cómo controlar las emociones en el trabajo?

Con frecuencia es difícil guardar la calma o contenerse y hacer frente a las emociones. ¿Qué actitud se debe tomar frente a los compañeros o a un superior?

En caso de furia: discutes con un compañero durante una reunión y uno de ustedes ataca abiertamente la calidad del trabajo del otro o incluso temas más personales. A ti no te parece justificado. Resultado: agresividad, lágrimas y comentarios desagradables uno detrás de otro. ¡Se ha declarado la guerra!

Actitud que se debe tomar
: no entres en el juego. ¡Te estás jugando tu reputación! La mejor manera de oponerte a tu adversario es estando tranquilo y seguro. “¿Por qué te pones así? Creo que es un poco desproporcionado”.

En un caso embarazoso
: generalmente bastante reservado, tienes la mala tendencia de saltar a la mínima ocasión y te descompones (literalmente) delante de un público. Hoy, te toca presentar ese nuevo proyecto que tanto te interesa. Empiezas la presentación, todos lo ojos están fijos en ti y de repente pierdes el hilo de lo que estabas diciendo, se te quiebra la voz… resumiendo, una humillación total.

Actitud que se debe tomar
: guarda la calma. Sí, pero... ¡eso es más fácil de decir que de hacer! Si crees que estás perdiendo el rumbo, avisa al público. Ganarás puntos mostrando tu honestidad. Intenta por todos los medios crear un diálogo con los asistentes durante el discurso. Deja que te hagan preguntas, lo que restará tensión y ganarás tiempo para recuperarte. Asimismo, recuerda que debes prepararte de antemano. Revisa tus notas, apréndete de memoria algunas transiciones y aclara la voz.


O
tras soluciones:

También puedes utilizar otras técnicas para dominar mejor tus 
emociones en el trabajo. 
Si eres agresiva, si sufres de estrés y tiendes a actuar de manera impulsiva, aprende a relajarte. En una sesión individual o en grupo, aprende a respirar de forma calmada y a anular las tensiones. Y si realmente algunas situaciones te parecen insuperables, no lo dudes y consulta con un especialista o incluso puedes empezar una psicoterapia.


Referencias bibliográficas:
  • http://www.inteligencia-emocional.org/trabajoyempresa/comoinfluyenlasemocioensenmitrabajo.htm
  • http://www.enfemenino.com/ficha/psico/f9256-controlar-las-emociones-en-el-trabajo.html

lunes, 23 de julio de 2012

Administración del tiempo

Por: Karla Alvarez

Podemos encontrar incontables artículos que hablan sobre la importancia de este tema y comparten ideas para administrar el tiempo y ser más eficientes. Te comparto algunas que me parecieron muy interesantes y prácticas, espero que te sirvan.

¿Cómo soy? Para lograr administrar tu tiempo de forma eficiente lo primero es que te conozcas a ti mismo, que identifiques cómo destinas tu tiempo del día, en qué momento eres más productivo y en qué horario te sientes más distraído, cuánto tiempo dedicas a cada cosa y si logras terminar tus actividades como tenías pensado o se alargan más de lo que quisieras. Esto te permite saber en qué momento eres más eficiente y cuáles son los distractores que más afectan tu productividad y debes eliminar. Puedes iniciar destinando a tus tareas periodos cortos sin interrupciones de 10 minutos y más adelante lograr mayores momentos de concentración.

Planea. Dedica 10 minutos a establecer qué tareas realizarás en el día y cuánto tiempo vas a dedicarle, es importante que lo escribas. Establece prioridades, respeta el tiempo que has destinado a cada actividad y monitorea tu avance. Enfócate en terminar una tarea a la vez, cierra todo lo demás y concéntrate al 100% en lo que estás haciendo para lograr un periodo altamente productivo. Ten siempre a la mano tu lista con tus pendientes y prioridades. Organiza tus archivos, y tu lugar de trabajo, esto te permite tener un entorno propicio para el trabajo y ser más eficiente cuando buscas archivos o documentos.

Clasifica tus tareas. Identifica la prioridad de tus tareas al clasificarlos en uno de los 4 cuadrantes que propone Stephen Covey en su libro 7 hábitos de las personas altamente efectivas:
·         Importante & urgente
·         Importante & no urgente
·         No importante & urgente
·         No importante & no urgente
Gran parte del éxito profesional proviene de identificar en cuál de los cuadrantes están tus tareas, atendiendo primero lo importante & urgente, esto hace que tus resultados y desempeño sean considerablemente mejor evaluados.

Elimina los distractores. El correo electrónico, las redes sociales, nuestra mente, la gente platicadora puede distraerte de tu objetivo y al final afectar tus tiempos y desempeño. Puedes destinar dos o tres momentos del día para revisar tu correo de forma que no te distraigas cuando estás muy concentrado. Las redes sociales te permiten dar un respiro pero son un arma de doble filo, es importante que establezcas un momento del día entre una actividad y otra para entrar a revisarlas sin que te tome más de 5 minutos. A la gente platicadora es importante manejarla de forma amable con el lenguaje corporal o frases como: “discúlpame, tengo mucho trabajo, después seguimos platicando”, aprende a decir no.

Piensa en ti. Este punto debiera ser el primero y último en este escrito. El ser eficiente te permite tener un balance en todos los aspectos de tu vida, cuídate, come bien, realiza actividades que disfrutes y te relajen. Después de todo si estás bien organizado y eres eficiente como resultado tu trabajo y tu vida tendrán un sano equilibrio, tendrás tiempo para ti y te sentirás satisfecho de tus logros.



Referencias:
·         http://www.ideasparapymes.com/

lunes, 16 de julio de 2012


¡TÍRALO!
Por Deyanira Tamez.

Dentro de tu círculo social nunca falta la persona que todo guarda, no es la persona que compra y compra y compra… es la persona que simplemente no tira las cosas; o a lo mejor tú eres esa persona.

Este síndrome, llamado síndrome de Diógenes, se enfoca en este tipo de personas. No lo confundas con el trastorno de la acumulación, la diferencia es que las personas con este síndrome guardan todo, pero lo tienen muy bien acomodado, ya sea en su cuarto, en el closet, en varias cajas, pero nada tiran.

¿Qué excusa te has dicho a ti mismo para no tirar alguna cosa?

·         “Cuando baje de peso me volverá a quedar”

·         “Es que me lo dio mi ex”

·         “Fue un recuerdo de cuando fui a…”

·         “Podría utilizarlo cuando vaya a…”

¿Te suena alguna de esas excusas?

Ahora que has leído sobre este síndrome y  te sientes un poco identificado, sigue estos prácticos consejos:

1.     Fija una fecha para limpiar. Especialmente después de diciembre, porque es cuando tendemos a guardar infinidad de cosas ¡hasta las envolturas de regalo! Fija una fecha y HAZLO, y todo ese día dedícalo solo a la limpieza ya sea de cuarto, closet o casa.

2.     Ten a la mano lo necesario para limpiar. Escoba, trapito con el bote con agua, bolsas, cajas. Todo lo que necesites, porque es muy fácil que digas “Ya no cabe en la bolsa de basura… ni modo me lo quedo”. No, prepárate bien para la limpieza.

3.     Consigue un verdugo. La persona que esté a lado tuyo al momento de la limpieza y te diga ¡tíralo! “Mira el recuerdo de mi graduación” “¡Tíralo!”. Esa persona te ayudará mucho a no aferrarte a las cosas.

4.     Involucra a todos. Si ves que tu mamá, tu abuelita, amigo o pareja también comienza a acumular cosas, ayúdalos a hacer limpieza. Es importante que vivas en un ambiente donde no haya acumulaciones de cosas porque eso provocará que tú también lo hagas.

Sigue esos 4 simples pasos y deshazte de las cosas que crees que podrás utilizar en un futuro, o de las cosas que te traen bonitos recuerdos mejor guarda los recuerdos en tu corazón. Entonces… ¿cuándo comienzas tu limpieza?